El Alzhéimer es una enfermedad neurodegenerativa, y progresiva, que normalmente se presenta en adultos mayores de 65 años. La enfermedad provoca síntomas como la demencia. A medida que avanza, hace que el enfermo cada vez sea más incapaz de cuidar de sí mismo. No hay cura para el alzhéimer, pero las medicinas, como el cannabis, pueden frenar su progresión.
Preventivo
Mantener el tejido cerebral sano durante toda la vida puede reducir, de forma significativa, las probabilidades de desarrollar enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer, en la vejez, o al menos retrasar la aparición de estas enfermedades mediante la reducción de la tasa de deterioro cognitivo. El ejercicio físico, y mental, regular es de vital importancia para mantener la salud neuronal, y sin duda, es el método más saludable y eficaz para conseguirlo. Sin embargo, el equilibrio de las sustancias químicas en el cerebro también se puede mejorar utilizando ciertos compuestos exógenos, como los contenidos en el cannabis.
El cannabis contiene varios compuestos conocidos como cannabinoides, que son estructuralmente similares y tienen diferentes efectos sobre la función cerebral y el metabolismo. De estos, podría decirse que los más importantes son el THC y el CBD, que tienen una serie de efectos fisiológicos relevantes para el alzhéimer: pueden reducir la inflamación, actúan como antioxidantes y neuroprotectores, e incluso estimulan el crecimiento de nuevo tejido neural
Disminuye la producción de beta amiloide. El término “beta amiloide” se refiere a los péptidos creados por la fragmentación enzimática de la proteína precursora del amiloide, una sustancia que se cree que está fundamentalmente implicada en la regulación de la formación de sinapsis y de la plasticidad neuronal.
En un estudio publicado en 2014 por investigadores de la Universidad del Sur de Florida, EE.UU. se investigó la relación entre el sistema endocannabinoide y el proceso de producción de placa, y se demostró que las células APP incubadas en dosis muy bajas de THC producen beta amiloide a un ritmo más lento de lo normal. El THC también interactuaba directamente con el péptido beta amiloide e inhibía su agregación para formar placas.
Antiinflamatorio
Cada vez se tiene más claro que la inflamación del tejido neural juega un papel fundamental en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer y de otras enfermedades neurodegenerativas, como la esclerosis múltiple y la enfermedad de Parkinson.
Varios estudios recientes han examinado la relación entre el sistema endocannabinoide y la regulación de la neuroinflamación. Un estudio publicado en 2009 concluyó que los cerebros de los pacientes de alzhéimer fallecidos presentan alteraciones apreciables de los componentes del sistema endocannabinoide, incluyendo un aumento de la expresión de los receptores cannabinoides.
Cannabis antioxidante/neuroprotector
El estrés oxidativo y la liberación de especies reactivas de oxígeno es un componente clave de enfermedades tales como la enfermedad de Alzheimer, y está intrínsecamente asociados con la inflamación inmune: cuando se produce la inflamación, induce estrés oxidativo, reduce la capacidad antioxidante de las células, y provoca la producción de radicales libres, tales como las especies reactivas de oxígeno, que a su vez reaccionan con los ácidos grasos y las proteínas de las membranas celulares.
Las neuronas del hipocampo se ven gravemente afectadas por el Alzheimer, y el CDB pueden revertir este efecto. Las neuronas del hipocampo se ven gravemente afectadas por el Alzheimer, y el CDB pueden revertir este efecto.
Estimula la neurogénesis
Además de reducir la inflamación y de mediar los efectos del estrés oxidativo, también se cree que el cannabidiol promueve el crecimiento de nuevo tejido neural (un proceso conocido como neurogénesis). En los enfermos de alzhéimer, la rápida destrucción del tejido neural causa efectos neurológicos devastadores, y los procesos normales de la neurogénesis son interrumpidos por la presencia de beta-amiloide. Por lo tanto, desarrollar terapias, que puedan estimular la neurogénesis, puede retrasar la progresión de la enfermedad o incluso revertir los síntomas, hasta cierto punto.